Giuliano Baruzzo está a cargo de la Casa Deportiva de la Asociación Civil Cruzar la Línea.
La Asociación Civil Cruzar la Línea es una Asociación Civil sin fines de lucro que busca promover la integración social a través de la creación de Casas Deportivas como espacios de vivienda y contención, impulsadas desde el deporte, para que jóvenes y adolescentes en situación de vulnerabilidad social puedan desarrollar un proyecto de vida. Giuliano Baruzzo está a cargo de este proyecto y lo desarrolló en diálogo con Bien de Bien.
«La casa deportiva surgió como una continuidad y una ampliación del proyecto iniciado hace muchos años en el Club Atlético Maria Madre de la Lata en Rosario. Ese proyecto originalmente buscaba desde sus espacios crear conciencia, prevención y contención en situaciones de adicciones. De alguna manera nos dimos cuenta que trabajábamos en el barrio con chicos en situación de vulnerabilidad desde la mañana y hasta la noche, pero desde la noche y a la mañana perdíamos el partido 4-0. Había muchos chicos que tenían cierto acompañamiento familiar y el trabajo nuestro en el día a día tenía un correlato en la casa, pero con otros chicos no pasaba y cuando ellos quedaban a merced de la oferta de la calle, que es sumamente tentadora, perdíamos todo el trabajo hecho. Pensamos que había que sacar a los chicos de ese contexto, antes de que el contexto se los devorara. Y la forma para sacarlos de ahí era a través del deporte», explicó.
Cómo funcionan las casas deportivas
La casa deportiva trabaja de manera similar a la que funciona una pensión futbolística y un hogar de menores, aunque con ciertos matices. En Santa Fé existen 94 instituciones para menores, pero son todas para menores judicializados. La Casa Deportiva, en este caso, actúa de manera preventiva y trabaja con chicos que pueden llegar a tener sus derechos vulnerados y quedar a merced del consumo y de la delincuencia.
«La Casa Deportiva está pensada para 8 chicos, pero ahora ingresaron 6. Actualmente hay cuatro y van a ingresar dos más. Para poder ingresar hay que hacer un proceso de adaptación junto a un grupo profesional, un psicólogo, una psicopedagoga, una trabajadora social, un cuerpo médico profesional que trabaja y va detectando los distintos casos en alianza con organizaciones locales. Con estas organizaciones trabajamos en conjunto, identificamos a los chicos, vemos quién tiene ese potencial de adaptación y le damos ingreso. Se lo escolariza en la escuela Escuela Ing. Pedro Cristiá y comienza a practicar deporte en el Club Regatas Rosario», añadió.
Giuliano contó cómo nació el proyecto: «Yo trabajo hace más de 15 años en contextos vulnerables y siempre usé el deporte como herramienta. Soy un convencido de que el deporte tiene que ver con la libertad, con desarrollar un proyecto de vida en libertad e igualdad de condiciones. En el año 2020 escribí un libro Cruzar la Línea y planteo esto, cómo el deporte va transformando la vida de los chicos. Hay que jugársela, poner un poco de corazón y brindar oportunidades. Nadie se quiere meter con minoridad, pero está bueno arriesgarse para tratar de cambiar el mundo. Quizás no podemos cambiar el mundo en general, pero si el mundo de Yair, Nico, Benja, Ricky, Yoel y Tahiel que son los 6 chicos que viven en la casa. No es una obligación ni una responsabilidad, pero si una oportunidad y está bueno jugársela».
Podés participar por las tres subastas activas a beneficio de Cruzar la Línea en BDBSubastas.com. Las tres subastas finalizan el viernes 5 de agosto a las 17:00.
